Se lleva a cabo cuando no existe riesgo vital y tiene como objetivo identificar, con el máximo nivel de detalle posible, las lesiones o daños que sufre la víctima.
Esta evaluación requiere la exploración de la cabeza, el tronco y las extremidades. Deberá realizarse de manera metódica para no olvidar nada.
El reconocimiento lo haremos sin mover demasiado a la víctima, porque puede tener una hemorragia interna y porque determinadas posiciones pueden causarle mucho dolor.
Hay que preguntar, sobre las causas que lo han ocasionado, especialmente sobre el mecanismo de la lesión o los antecedentes de la enfermedad.
Comments