Tiene como finalidad saber si la vida de la víctima corre un riesgo inminente. Se inicia comprobando si la persona está consciente y, si no lo está, se evalúa su respiración.
Valoración de la consciencia:
Para valorar si la víctima está consciente, hay que sacudirla con suavidad por los hombros, preguntándole con voz suficientemente alta << ¿Te encuentras bien?>> Si responde de palabra o moviéndose, significa que no está inconsciente y que la sangre le llega al cerebro. Si no responde, significa que está inconsciente.
Valoración de la respiración:
Para valorar la respiración, primero hay que asegurarse de que la vía aérea esté despejada y, después, explorar si hay respiración y si esta es eficaz. Esta comprobación se desarrolla mediante la estrategia de:
Ver si se le mueve el tórax.
Oír si hay ruidos respiratorios
Sentir en la mejilla el flujo de salida del aire.
Se lleva a cabo acercando la mejilla a dos dedos de la boca de la víctima.
Comments