La asfixia es la interrupción de la respiración. Existen dos situaciones que se pueden dar:
Dificultad para respirar, donde se precisa una atención urgente.
Falta completa de respiración, lo que precisará una atención de emergencia porque la falta de aire provocará una parada cardiaca en pocos minutos.
Compresión de la vía aérea
Ocurre cuando algún objeto comprime el cuello, el tórax o el abdomen de la persona.
La actuación de primeros auxilios incluye el liberar la parte del cuerpo comprimida y el hacer compresiones y ventilaciones cuando sea necesario.
Ahogamiento
Normalmente se entiende por ahogamiento en agua y además suele presentar una hipotermia.
Sumersión:
Se produce cuando la persona se cae al agua y respira agua, lo que hace que los pulmones se llenen de agua y la persona se muera por asfixia.
Las causas más comunes son no saber nadar u otras circunstancias como el cansancio por corrientes o mareas. Los niños pueden ahogarse en una bañera o piscina, por lo que hay que tener cuidado especialmente a edades tempranas.
Una persona que ha estado sumergida 3-4 minutos sin respirar puede llegar a sobrevivir, ya que el agua esta muy fría y el metabolismo se ralentiza.
Hidrocución:
Es una parada cardiorrespiratoria de origen nervioso por la diferencia de temperatura de la persona y el agua.
Se suele producir casi instantáneo si las temperaturas son altas y el agua está muy fría o si la persona acaba de comer y entra al agua de repente. Un caso típico es tomar el sol durante mucho tiempo y después bañarse rápidamente. La hidrocución puede ser leve o grave:
Leve: Sentirá escalofríos y calambres, incluso mareos.
Grave: La víctima perderá la consciencia de repente por una parada cardiorrespiratoria.
Actuación de primeros auxilios:
Rescatar a la víctima del agua.
Realizar una evaluación y comenzar con RCP.
Si la víctima recupera la respiración espontánea mientras llegan los servicios de emergencias, iniciar una evaluación urgente buscando otros signos como hipotermia, etc.
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